La presente ponencia, basada en el artículo publicado en la Revista Eletrônica de Educação -REVEDUC-, de título homónimo al del presente episodio, fue presentada en el Congreso Internacional de Evaluación, realizado en la ciudad de Tlaxcala, México, en 2012. 

En síntesis, desde la perspectiva freireana,  se busca demostrar que las evaluaciones estandarizadas develan un determinado tipo de relación del ser humano consigo mismo y con el mundo. Toda vez que la evaluación pretenda la domesticación del alumnado se convierte, entonces, en una práctica deshumanizante, por tanto, en una acción violenta.

La evaluación debería ser un espacio de encuentro entre sujetos cognoscentes, quienes, en torno a un objeto cognoscible, interactúen mediante el diálogo, para convertir esta práctica educacional en un acto humano y democrático.