Tenemos en Colombia un docente universitario cuyo trabajo precarizado consiste en recibir un pago a cambio de hora de clase orientada. No se le reconocen sus actividades de planeación y evaluación, a pesar de cumplirlas como parte de su misión profesoral. Asimismo, es el único servidor público que en época de anormalidad académica no recibe remuneración alguna; es más, en muchas ocasiones, de su precario salario, ha sido obligado a devolver dinero a la universidad. La forma de contratación ha hecho que su edad de pensión aumente de forma inequitativa, en relación con otras y otros trabajadores. Sin embargo, esta profesora, este profesor siente miedo de asociarse sindicalmente, permitiendo la vulneración de sus derechos. Existe, en general, una falta de solidaridad y apatía, derivados ambos de la misma relación laboral precarizada, legalizada de manera indebida, pero al final de cuentas ilegítima.

Conversamos con Judith Ruiz Reyes, docente universitaria, sobre la relación laboral precarizada del docente cátedra en las universidades colombianas y, más concretamente, en la Universidad Industrial de Santander (UIS). 

Además, es importante mencionar que este tema es de especial interés personal y académico. En 2020, la revista brasileña Educação e Políticas em Debate publicó una investigación -de mi autoría- sobre éste problema que aqueja al profesorado universitario colombiano.